Muchos padres llegan a consulta con la preocupación de que sus hijos se ponen muy nerviosos antes, durante y después de los exámenes. Dicen que presentan síntomas como nauseas, dolores de cabeza, dificultad para respirar, dolores de estómago, irritabilidad y que este malestar se hace tan grande que no les permite ir a la institución el día del examen o si van se les dificulta completar la prueba correctamente porque ¨se quedan en blanco¨. La evitación se vuelve la única forma de controlar estos síntomas desagradables y esto provoca que el problema aumente.
Esta sensación de descontrol es tan grande que afecta a los niños y adolescentes tanto a nivel físico, psicológico, escolar y social.
¿Qué es la Ansiedad?
La ansiedad es una emoción desagradable pero normal ya que todos los seres humanos la tenemos y en una adecuada regulación nos permite desarrollarnos y tener un buen rendimiento escolar.
La ansiedad se da por una anticipación de un peligro o amenaza, la persona piensa, se imagina o ve cosas que le parecen que pueden poner en riesgo su vida, pero la realidad es que ninguna de esas puede realmente hacerle daño. Su reacción es desproporcionada, el malestar físico, emocional, psicológico y conductual aumenta y aparece la evitación ante estas situaciones que le generan miedo.
Ansiedad en niños
Cuando la emoción de la ansiedad presenta una disminución o un aumento significativo, entonces comienzan a aparecer dificultades en el rendimiento académico. Por eso es importante poder regulara y mantenerla estable, para que el rendimiento académico de la persona sea adecuado.
Miedo vrs. Ansiedad
El miedo se da cuando una persona se enfrenta a una situación que pone en peligro su vida, como por ejemplo: un ladrón que nos quiere robar y nos apunta con una pistola en la cabeza. La diferencia es que la ansiedad produce las mismas reacciones del miedo ante estímulos que no amenazan la vida.
Síntomas:
• Síntomas cognitivos: preocupaciones, dificultad para decidir, pensamientos negativos, imágenes anticipatorias de catástrofe, temor a perder el control, dificultad para concentrarse o pensar pausadamente.
• Síntomas fisiológicos: sudoración, tensión muscular, ppalpitaciones, molestias en el estómago, dificultad para respirar, dolores de cabeza, mareo y náuseas.
• Síntomas Conductuales: evitación de situaciones temidas, fumar, comer o beber en exceso, intranquilidad motora (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse, etc.), tartamudear, llorar y quedarse paralizado
¿Cómo tratarla?
La terapia cognitivo conductual es la indicada para poder abordar esta problemática, ya que logrando cambiar los pensamientos irracionales, podemos cambiar las emociones y conductas. Por lo tanto, el niño o adolescente cambiará su perspectiva con respecto a esta amenaza irreal y comenzará a tener más pensamientos racionales que le permitirán controlar la ansiedad. Además de esto, se trabajará en la evitación, en la capacidad de concentración y los beneficios se verán directamente en el aprendizaje.
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Lic. Lara Goldberg
Psicóloga